El estándar de Bull Terrier es fuerte, musculoso y de pelo corto. Los colores aceptados son el blanco (se permiten manchas en la cabeza), y otros colores, entre los cuales se preferirá el atigrado. Los colores negro atigrado, rojo, leonado y tricolor son aceptables. No se tienen en cuenta las marcas de pigmentación en la piel. Los colores azul e hígado son altamente indeseables.
Las características del Bull Terrier son la forma ovalada de su cabeza, que de perfil se curva hacia abajo desde la parte superior del cráneo hasta el extremo del hocico. La frente es plana de oreja a oreja, de frente la cabeza tiene la forma de un huevo. Y los ojos en forma triangular.
No existen límites de peso o estatura, pero el ejemplar debe dar una impresión de máxima solidez en relación con sus rasgos distintivos y sexo, pero pueden alcanzar los 35 kg.
Temperamento Los Bull Terrier son por lo general perros amigables. Su fuerza física es comparable a su inteligencia, y tanto su cuerpo como su mente deben mantenerse activos. Necesitan tiempo para correr y hacer ejercicio. Pueden llegar a ser muy obstinados y muy cabezotas, razón por la cual no son muy indicados para principiantes en la cría de perros, ya que tienes que dedicarle mucho tiempo a educarle, porque si no intentará establecer su liderazgo sobre el dueño, sobre todo los machos, aunque las hembras también tienen esa tendencia, pero en menor medida que el macho. Son perros muy cariñosos y adoran la compañía, así que no es buena idea dejarlos solos durante mucho tiempo, dado que con sus potentes mandíbulas pueden ocasionar muchos daños en la vivienda si se aburren.
Historia
El cruce de las razas, ahora extintas, Old English Bulldog y Old English Terrier dio lugar a una nueva raza llamada Bull and Terrier, a finales del siglo XVIII en Gran Bretaña. También aparecen rastros genéticos del Dálmata en el Bull Terrier, concretamente en los lunares que suelen aparecer en la piel de la zona del estómago.
Hacia 1860, el Bull and Terrier se dividió en dos ramas, el Bull Terrier blanco puro y las variedades de color que frecuentaron las peleas de perros hasta que se reconocieron finalmente como raza de perro legítima.
Aunque la raza surgió a partir de perros de pelea, el Bull Terrier se crió para ser un perro de exposición y compañía.
Salud
Los Bull Terriers normalmente están libres de enfermedades genéticas, si bien se debe revisar a los cachorros para comprobar que no padecen de sordera, más común en perros de color blanco puro. Otro problema frecuente en muchos Bull Terriers es la tendencia a desarrollar alergias cutáneas.
Los Bull Terriers suelen vivir de 10 a 14 años, aunque pueden vivir más. La perra más vieja de la que se tiene conocimiento es una australiana llamada "Puppa Trout", que vivió hasta los 17 años.
El pelo de un Bull Terrier es fácil de mantener, pero el cepillado frecuente puede mantenerlo en condiciones casi perfectas. También puede ayudar añadir aceite en su alimentación.
Los Bull Terriers necesitan hacer bastante ejercicio, sin sobreejercitarlo en edad joven, ya que eso puede provocar problemas musculares. Además, la raza es conocida por ser muy glotona, por lo que debe dosificarse la comida y el ejercicio.
Problemas frecuentes: sordera, hernia umbilical y acné. Los Bull Terriers también pueden sufrir comportamientos obsesivo-compulsivos, como perseguirse el rabo, automutilarse y lamerse de forma obsesiva.
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