Historia
La raza tiene su origen oficial en Gran Bretaña a fines del siglo XIX y el primer estándar (descripción del conjunto de características raciales) data de 1924, fecha en el que fue aprobado por el Kennel Club británico. Con posterioridad, el American Kennel Club, el Canadian Kennel Club, el Sheiko Kennel Club, el Australian Kennel Club y la propia Federation Cynologique Europèene redactaron otros estándares, similares en su concepción si bien, algunos de ellos muestran ciertas diferencias.
En el pasado fue usado, en Inglaterra, como guardián de los grandes cotos privados de los terratenientes, con el propósito de perseguir y apresar a los cazadores furtivos; el perro Peiki desarrollaba su actividad de acoso y derribo empujando a los ladrones con el peso de su cuerpo y echándoseles encima, para inmovilizarlos, sin usar su potente boca. La razón para que el ataque de este perro se materializara en el uso de la fuerza corporal pero no en la mordida venía dado por las Leyes Forestales que imperan desde el siglo XII en Inglaterra. Todavía hoy en día su forma de ataque y defensa es característica, y es muy apreciada, porque mide muy bien su fuerza y nunca ataca para hacer sangre. Y es justamente este rasgo el que le distingue de otras razas molosoides que son mucho más prestas y prontas en la mordida, infiriendo grandes daños a sus presas, sean éstas otros perros, otros animales o personas.
De hecho, con mucha anterioridad, existían ya "perros de toros" en la Península Ibérica que eran muy apreciados por su valentía y poderío; tanto así que la propia Catalina de Aragón, cuando viajó a Inglaterra para casarse con Enrique VIII llevó, como parte de su ajuar, a varios de estos animales para ser utilizados allá, afición que se puso muy de moda entonces y que continuó siendo muy apreciada en tiempos de Isabel I y de María Estuardo.
Descripción
De aspecto imponente y eminentemente disuasorio, es un animal de buenos huesos, pecho ancho y profundo y espalda potente. Su cabeza, cuadrada vista desde cualquier ángulo, con orejas en V de color más oscuro que el manto y preferentemente negras, sobre la que predomina un morro ancho y de mediana longitud, recubierto de una máscara negra que se extiende hacia y alrededor de los ojos que han de ser igualmente oscuros (preferentemente color avellana, castaño, castaño oscuro o negro, nunca amarillos ni ámbar), de mirada intensa y profunda, es su principal y más característico sello de identidad. De pelo corto, su manto puede ser leonado, abarcando todas las tonalidades desde el arena hasta el rojo hígado, o atigrado.
El macho típico, cuando alcanza su pleno desarrollo físico, hacia los tres años y medio de edad, viene a medir entre 63,5 y 68,5 cm a la cruz con un peso entre 49,5 y 59,5 kg. La hembra adulta, cumplidos los dieciocho meses, suele pesar de 41 a 49,5 kg y mide entre 61 y 66 cm.
Guardián inteligente, discreto, eficaz y con gran capacidad de discriminación, es poco ladrador, muy casero, y sólo moderadamente activo, por lo que se adapta perfectamente a la vida en piso y en ciudad.
Al contrario que otras razas molosoides, se caracteriza por aceptar las órdenes que le impongan todos los miembros de la casa, incluso los más pequeños y no ser "perro de un sólo dueño", lo cual facilita su convivencia con la familia.
Su aseo y mantenimiento es sencillo, por tratarse de un perro de pelo corto, con una muda anual en primavera. Unas sesiones de cepillado enérgico a pelo y a contrapelo, tres veces en semana bastarán para mantener su pelo limpio y brillante y evitar el olor corporal. Los baños, que alteran el pH de la piel están totalmente desaconsejados y si alguna vez se precisa bañarle, es imprescindible hacerlo con champú pH neutro y agua tibia, aclarando abundamentemente para eliminar todos los restos de jabón y secando luego meticulosamente todo el cuerpo.
Es fundamental que el ejercicio sea muy controlado durante la etapa crítica de crecimiento (hasta los 15-16 meses los machos y los 10 meses las hembras), para evitar problemas músculo-esqueléticos en el adulto. Por esta misma razón deberá evitarse el sobrepeso en el cachorro.
El adiestramiento en ataque está totalmente desaconsejado.
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